Espacios

TORRE CÉSPEDES

En la década del 1880, cuando Jesús María se convertía en una villa de veraneo, se construyeron edificaciones de gran interés arquitectónico, algunas con una clara evocación de tierras lejanas. La Torre Céspedes es una de ellas, que sobrellevó, no sin daños, no sin mutilaciones, el paso del tiempo y al afán modernizador de las sociedades.
Es un pequeño castillo, con elementos del estilo árabe en su arquitectura y decoración, cuya construcción fue encargada por Gabriel Céspedes al ingeniero español Pedro Rafael Buscá. Se construyó entre 1896 y 1898 y está ubicado en pleno centro de Jesús María, en el parque de lo que es hoy el Club Social.
El castillo fue pensado como espacio de recreación de la familia del intendente Céspedes, un inmigrante español y empresario reconocido de Córdoba. El Municipio lo declaró de interés e integrante del patrimonio arquitectónico y urbanístico de Jesús María en 1995.
Su valor arquitectónico es incuestionable. La fachada, con su juego de perspectivas, permite admirarla desde cualquier ángulo. La armoniosa decoración interior y la composición de sus jardines permiten al visitante transportarse a otra época y jugar el juego que imaginó Gabriel Céspedes, cuando decidió traer un pedazo de su tierra, Alicante, a esta ciudad que también amó hasta convertirla en su patria.
MOLINO DE DOÑA PIPA

El sitio tiene valor histórico por haber pertenecido a la Estancia Jesuítica de Jesús María. En el predio se encuentran restos arqueológicos no extraídos que pudieron pertenecer al molino de la primera estancia colonial de don Pedro Deza, primer encomendero de la región, anterior a la llegada de los jesuitas. Por las características del parque que lo contiene se ha constituido en un espacio verde urbano, verdadero pulmón verde de la ciudad.
Cuando, en 1947, el estado argentino convirtió en Museo Nacional al sector de la estancia que en ese momento era propiedad de la familia Llerena, este espacio quedó fuera del área de expropiación y en posesión de Doña Tránsito Duarte de Crinejo, afro-descendiente empleada de los Llerena y madre de Ramona Cipriana Crinejo (Doña Pipa).
Gestiones oficiales, realizadas en el año 2004, lograron el rescate del sitio por parte del Municipio y evitar así la continuidad del deterioro. El lugar se convirtió en un atractivo por la presencia de animales de granja. El relevamiento y la recuperación del predio comenzó a fines del 2015.
Para conocer el funcionamiento del molino original, se instalño un Centro de Interpretación que revela el recorrido histórico del bien patrimonial y su importancia como parte del proceso productivo en la Estancia durante el Siglo XVII y comienzos del Siglo XVIII. Durante esta etapa, lo producido en la estancia y lo obtenido de las maquilas, se enviaba al Colegio Máximo en la ciudad de Córdoba para el sustento de los padres y alumnos y también se intercambiaba con otras estancias jesuíticas.
Desde el año 2000, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
MUSEO DE LA CIUDAD - CASA GHERSI

El Museo de la Ciudad Luis José Biondi está ubicado en una casona de veraneo de las muchas que caracterizaron a Jesús María Villa. La construcción, que data de fines del siglo XIX, está ubicada en la calle Ingeniero Olmos 453 y responde al modelo de arquitectura residencial con características italianizantes.
Se desconoce la fecha exacta de su edificación. La primera propietaria conocida fue la Sra. Rosario Piñero de Olmedo, quien la vende al Sr. Nicolás Lascano, de la ciudad de Córdoba, por escritura del año 1904.En 1909, Nicolás Lascano vende la propiedad al Dr. Tristán Avellaneda, jurisconsultor, escritor y funcionario del Gobierno de la Provincia de Córdoba. Luego, paso a ser propiedad de la familia Ghersi, quienes la compran como casa de veraneo. Los herederos de Ghersi son los actuales propietarios.
Una galería sobre elevada circunda la casa, con una baranda de hierro forjado con terminaciones de madera a la que se accede por escalinatas con peldaños de mármol blanco. Los pisos, aberturas y techos se mantienen originales y el Municipio se encarga de su mantenimiento desde que se creó el Museo de la Ciudad Luis José Biondi en 2012.
Cuatro de los cinco dormitorios con que contaba la casa están ocupados con las salas permanentes y temporarias que tiene el Museo, cuyo objetivo es contar la historia de la ciudad con importantes gigantografías. En el quinto dormitorio funciona el archivo de documentos con que cuenta el museo. El desayunador completa la historia de la ciudad y en el antiguo comedor se ha instalado un pequeño auditorio, para conferencias, capacitaciones y pequeños conciertos. Las galerías frontal, lateral y posterior y el parque completan los espacios de uso del Museo.